RETÓRICA POLÍTICA
ALBERTO ROCHA VÁZQUEZ
EN LO POCO SE VE LO MUCHO
Dicen que un
mitin te da la foto más no el voto, pero para muchos no es del todo cierto. Un
mitin, o en el caso de ayer, los cierres de campaña, te dan una dimensión más
clara del trabajo que está haciendo tal o cual candidato y/o su equipo de
campaña.
Sin lugar a
dudas, le enorme -la garrafal- diferencia de cierres de campaña entre Tony Gali y Enrique Agüera dejó de manifiesto el músculo político de cada uno.
Con todo y que en el zócalo de la ciudad era más factible que se acercaran los
curiosos, locales o turistas, para escuchar a Joan Sebastian y el ex Recodo
“Mimoso”, no se comparó en nada la conglomeración de gente que acudió a la
Plaza la Victoria en los Fuertes de Guadalupe, más de 35 mil almas.
Más allá del
acarreo, que todos utilizan, se dice que la gente que tenía contemplada el
equipo de campaña de Agüera, simplemente no quiso subirse a los camiones que
enviaron o de plano no llegaron a los puntos de reunión acordados.
¿Será
casualidad que lo mismo pasó con los invitados especiales? Porque a pesar de
estar en el itinerario del equipo de campaña del ex rector la visita de varios
gobernadores del PRI, si del
Revolucionario Institucional, no llegó ninguno, nadie de peso específico.
Solo los
dirigentes nacionales del tricolor, Cesar
Camacho e Ivonne Ortega; solo algunos diputados federales poblanos y la
“pipitilla” que tampoco pudo aportar mucho, incluso hubo quien mencionó que ni Antorcha Campesina que presume de 40
mil afiliados llegó, o al menos no se vieron.
Si algo quedó
claro éste domingo, fue que Enrique Agüera
no tiene a todo el PRI, y algunos de
los que están ahora a su lado no lo estarán el día de la elección, de ahí la
suposición de querer reventar la elección ya sea en las urnas o en los
Tribunales, si es que no les da resultado la gente que –dicen- está llegando de
otras entidades.
Solo ayer, el
ex rector se envalentonó y sin decir nombres habló del gobierno de Rafael Moreno Valle, ayer se olvidó de
lo que siempre repitió durante su campaña, que no caería en el golpeteo, tal
vez llevado también por su desesperación al no haber conseguido el resultado
esperado en su cierre de campaña.