miércoles, 25 de septiembre de 2013

Es de muy Buena Fuente

Por: Carlos Macías Palma
@cmaciaspalma

Miserias, donativos y relojes

A donar, a donar, todo mundo va a donar. Ayudemos, ayudemos todos a los mexicanos afectados por las inundaciones. Aportemos todos, lo poco o mucho que podamos para llevar alimentos, víveres, ropa limpia y nueva, agua embotellada y todo tipo de ayuda para aminorar los efectos inmediatos del paso de las tormentas por territorio nacional.

Todos tenemos que poner de nuestra parte, en solidaridad con quienes hoy más lo necesitan, porque todos somos hermanos mexicanos. Recordemos que hoy por ti, mañana por mí. Todos, a los centros de acopio y a los bancos para hacer aportaciones de dinero en efectivo que honestamente manejan instituciones como Cáritas y la Cruz Roja.

Ajá ¿y los poderosos de este país cuándo? Y los políticos ¿cuándo, cuánto y qué?

Porque en casos como lo son las desgracias, los mexicanos siempre somos solidarios, pero los políticos poderosos no. Ellos no. Por eso propongo que, ahora le corresponde a ellos aportar una parte de lo que obtienen gracias al poder político, a la corrupción y los beneficios de la cúpula política mexicana.

Que aporten, los Consejeros Electorales del IFE y los de cada Instituto Electoral de los estados. Cada uno 25 mil pesos. Que aporten los diputados federales 25 mil pesos cada uno. Que aporten los Senadores de la República, 25 mil pesos cada uno. Que aporten los Ministros de la Suprema Corte de Justicia, 50 mil pesos cada uno. Y los Magistrados de los Tribunales Estatales, otros 25 mil pesos cada uno. Ah, y los gobernadores, empezando por los de Veracruz y Guerrero, unos 100 mil pesitos, que en verdad nada les cuesta ganárselos.

Que aporten los Partidos Políticos, todos. Sus dirigencias nacionales deberían hacer un donativo sa-cri-fi-can-do sus prerrogativas; es decir, el dinero que el gobierno da producto de los impuestos que todos pagamos. Además, que los presidentes estatales de cada partido den unos 10 mil pesitos. Y desde luego los diputados locales de a 5 mil pesos y los regidores de ciudades capitales 5 mil y de pueblitos 3 ó 2 mil pesos, dependiendo su economía.

Que aporte el Instituto Federal Electoral, sin arriesgar su presupuesto ni las canongías que tienen sus funcionarios. Del dinero que cobran a los partidos políticos por concepto de multas, bien podrán aportar unos cuantos millones de pesos, por lo menos 100.

Y los secretarios de los gabinetes estatales bien podrán dar una ayudadita de 10 mil pesitos, que a final del día nada les cuesta. Los secretarios del gabinete de Enrique Peña Nieto unos 50 mil pesos, que tampoco nada les cuesta conseguir.

A final de cuentas todo este dinero es de los mexicanos concentrado en las manos de unos cuantos vividores de la política, las administraciones pública y de justicia. El dinero de su sueldo, es nada en comparación con las comisiones que ganan por los negocios que todo político tiene, pues no dejan de recomendar o beneficiar a proveedores de computadoras, papelería, equipo de hospital, medicinas, uniformes, material deportivo, papelería, servicios personales, asesorías y todos esos conceptos que se utilizan para obtener ganancias multimillonarias. Y qué decir de quienes están en la industria de la construcción. Ellos reparten comisiones a los funcionarios de manera indiscriminada.

Para muestra de la corrupción, recordemos que al ex secretario de Obras Pública del Estado Javier García Ramírez le reglaron un reloj de pulso de 25 mil dólares. Y fueron sólo 5 constructores quienes aportaron cada uno 5 mil dólares para alagar a quien los benefició para toda su vida.

Bueno y ya luego hablamos del relojazo que un día los diputados locales le regalaron al entonces gobernador Melquiades Morales Flores con motivo de su cumpleaños. Fue un Piaget de medio millón de pesos o un poquito más.

Para los donativos ¿por qué siempre debemos ser los mismos? Ahora que le toque a la mafia del poder.

El Verdugo

Si nos ponemos a hablar de corrupción nunca terminamos. Las altas esferas del poder son los más corruptos y nadie los castiga. Si acaso los políticos ladrones se muestran poco en público, pero su dinero, el dinero mal habido nadie lo toca. El Verdugo dice: ahí está Mario Marín.

Gracias

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