Es de muy Buena Fuente
Por: Carlos Macías Palma
cmaciaspalma@yahoo.com.mx
@cmaciaspalma
Injusticia para agentes de tránsito
La verdad es
que la sociedad, los políticos, los funcionarios, los periodistas, los críticos
y los automovilistas, además de los metiches hemos sino harto injustos con los
agentes de vialidad o de tránsito, aquellos personajes a quienes también, las
viejas generaciones conocieron como “tamarindos” (por el color café del
uniforme). Y es que a ellos siempre se les critica por su actuación de tratar
de controlar a quienes usamos vehículos automotores.
A los agentes
de vialidad se les califica y ofende: ladrones, mordelones, hampones,
descarados, desvergonzados y algunos otros calificativos más grotescos. Y se
les trata de esa manera porque no queremos que nadie nos moleste cuando vamos
conduciendo, no importa si es a alta velocidad, si no se respetan los
reglamentos o si vamos borrachos.
Pero la
verdad es que la injusticia forma parte de la vida de los agentes de vialidad,
porque a ellos se les critica, se les exhibe, se les ofende por míseros 100,
200 o hasta 500 pesos que cobran de “mordida” a alguien que ha violado el
reglamento respectivo.
Sin embargo,
a los políticos ni se les critica, ni se les exhibe, ni se les ofende. Al contrario,
se les premia. Porque nadie puede negar que los políticos y los funcionarios
son más rateros que los pobres agentes de tránsito. Funcionarios van y vienen e
incrementan sus fortunas y nada les pasa. Constructores que se hicieron
millonarios al amparo del poder, caminan sin que nadie los vea.
Ah, pero a un
pobre agente de tránsito casi lo linchamos por una “mordida” de 100 pesos. Al
contrario, los funcionarios en una sentada se ganan 2 ó 3 ó 5 ó 10 millones de
pesos y nadie les dice algo. Al contrario, se convierten en los grandes señores
del poder.
Por ejemplo,
quién le dice algo a un Mario Marín de quien todos sabemos que su gobierno ha
sido el más corrupto de la historia. Nada pasó con quien fue su Secretario de Obras Públicas Javier García
Ramírez, prófugo de la “justicia poblana”. Es más, el mismo gobierno de Rafael Moreno Valle a través de la Procuraduría de Justicia mostró a los
poblanos, durante un cateo a su casa, la inmensa riqueza de este personaje.
Millones y millones y millones de pesos concentrados en una sola persona.
Ah, pero no
se trate de un agente de vialidad que le quita 200 pesos a un borracho, porque
todos nos vamos encima de ellos, de manera justificada tal vez, pero de manera
injusta para como es la corrupción de los funcionarios en este país.
Podemos decir
que la corrupción es mala y degrada al ser humano y a la sociedad, pero debemos
empezar por los funcionarios y los políticos, acostumbrados a robar. Bueno, no
todos, nada más los que pueden.
El Verdugo
Durante el
gobierno de Mario Marín, la
Contraloría se daba el lujo de publicar los nombres de aquellos funcionarios
muuuy menores que cometían un agravio al servicio público. Expedientes por
supuestas faltas o actos de corrupción de 2 ó 3 mil pesos, enorgullecían al corrupto gobierno marinista.
El Verdugo dice: imagínense a Marín
hablando de honestidad.
Gracias
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