Con…Fines
Políticos
Por Francisco Ortega Hernández
En
Lobasnolandia todo mundo espía a Poncho el Chico
En estos tiempos donde el espiar, fisgonear, estar de metiche, parece
ser algo normal, no sólo entre las potencias y líderes de opinión; también de
consorcios y organismos sociales, en Lobasnolandia no tendría que ser la
excepción, por lo que todo mundo espía a Poncho el Chico; y, hay hasta alguien
que asegura: cuando va a “las aguas”; sin embargo, el único que no está
enterado de este despapaye, es el lobasno mayor, es decir Poncho el Chico.¡¡¡Mereeesco!!!
Mención especial para la Confederación
Sindical Republicana (CSR) que dirige Don Constantino Sánchez Juárez, quien se dio a la tarea, junto con los
sindicatos afiliados a su central, a recabar alimentos y otros productos
indispensables en una despensa básica, con lo cual han reunido, hasta el
momento, 250 despensas las que desean donar a los mexicanos en desgracia a
causa de los últimos fenómenos climáticos.
Sin embargo, y aunque Usted no lo crea, al solicitar el apoyo del SEDIF para que sirva como intermediario
y lleguen las despensas a quién más lo necesita; este organismo se excusó de
tan noble acción, echándole la bolita a la SEDENA.
¿Lo sabrá la señora Martha Erika Alonso de Moreno Valle? Por lo pronto, parece
que la Cruz Roja en Puebla le entró al quite, ya se verá
Por cierto, es digno de encomio el tapete monumental de flores naturales
que el ayuntamiento de Atlixco montó con motivo de Día de Muertos. La obra se
debe a la iniciática del edil Ricardo Camacho Corripio; y con esta, es la
tercera edición. Esperamos que José Luis Galeazzi continúe con el tendido del
tapete, pues la verdad se ha convertido en un atractivo más de la llamada
“puerta de la mixteca”
Cuándo sabremos un poco más sobre el desalmado “Chocotorro”, delincuente, que según sus víctimas, amenaza con la
izquierda, pero cobra con la derecha; en tanto, la policía “siempre en
vigilia”.
CALAVERITAS
Abrumado por tanto trabajo, Rafael
no se dio cuenta que sus pasos lo llevaron hasta el panteón
Ahí, la Huesuda, le hizo caer en sus redes con pegajosa canción
Ahora, el buen Rafa yace en fría tumba; su sueño de llegar a Los Pinos
no culminó
Sin embargo, por Puebla se le ve caminando, pues todo en él, es para
seguir transformando.
Fernando
Manzanilla, con sobrada inteligencia, actuó con prudencia
Dejó de lado los reflectores, los micrófonos. Todo lo dejó al Dios
Cronos
En esas estaba, cuando escuchó un grito que le llamaba “Fernandito ven
un ratito”
Pensando que era el buen Luisito se dejó ir; ahora se le ve en el campo
santo, la muerte se lo llevó
“Fernando me organizas el panteón” le advirtió la de la Guadaña; sin
embargo el doctor poco caso hizo, pues estaba bajo el influjo del elixir de
caña
Migue Huepa
con Doña Lily estaban gozando de lo lindo en su tierra natal
Sin embargo, no contaban que el destino le preparaba una jugarreta
Primero, el compadre se fue de jeta; y el sustituto resultó muy maleta
Es por ello, que la Calaca no los soportó y con todos ellos arreó; pero
al darse cuenta la Huesuda de la verdad, a Migue y Doña Lily los dejó escapar;
ahora los dos son jilgueros, uno del ámbito local; y la otra del federal.
Tremenda mancuerna resultó José
Juan y Nacho Alvízar
Por ello, la Muerte los observaba; estos dos no se me pelan se decía
Sólo, reflexionaba, es cosa de tenerlos muy juntos, mientras tocía.
Ahora, José Juan y Nacho, almas en pena, en el panteón de Cholula toman
su avena
Lola Parra y
el doctor Marco Antonio, se quisieron congraciar con la Huesuda
Por eso hicieron Mágico a Cholula, para que no cupiera duda
Pensando que ya la habían brincado, fueron muy confiados a inaugurar una
avenida
Aunque, la verdad, es que la Calaca era la anfitriona, es por ello que
Marco y Lolita
En el panteón juegan bolita.
Gran reunión
en el campo santo, donde los esqueletos bebían café; de pronto, la doctora, como Llorona Loca decía Hayyyy
mis hijos; el Pol la maldecía; el Rocha sonreía; y Epi hacía que no oía; por su parte, Juanito les pedía que no se movieran para la fotografía; como
siempre muy puntual el Profe callado
veía; y el Taylor la pelona mecía.
La comidilla del día era Germán pues
no estaba a la altura, aunque él justificaba que en el panteón no se escala; en
la tierra se metía. Empero si faltara algo en esta congregación, de pronto a lo
lejos llegó una procesión, ahí iba la Maty
a todos ofreciendo hojaldras; pero el Neto
se las comía, metros atrás, Erika
que con Alejandro discutía, “esto no
es de capacidades, sino de simpatía”; sin embargo, lo importante es que todo el
cúmulo de calacas acompañaban a un matrimonio que de la Huesuda quiso escapar,
pero a la mera hora se los llevó a merendar, ahí Lolita y su Marco hacen grilla
a pesar de lo frío de la loza.
0 comentarios:
Publicar un comentario